Ahorrar en la factura eléctrica: así de fácil
miércoles, 7 de octubre de 2009
Por: Polvora::Globedia.comFrente a las subidas de las tarifas al consumidor le quedan pocas soluciones para ahorrar en la factura.
La entrada del libre mercado en la electricidad el pasado julio una vez más ha de mostrado que en España hay sectores que pasan del monopolio exclusivamente al oligopolio. Pasó con la telefonía. Lo vemos cada día con los combustibles. El colmo fue con las televisiones que pasaron del monopolio al oligopolio y después de nuevo al monopolio con el ejemplo de la fusión de via digital y canal satélite. En España no hay cosa más inútil que el tribunal de la competencia. Algunos consumidores esperaban que la subida en la factura eléctrica del último año se viese paliada de algún modo con estos cambios en el mercado, pero nada más alejado de la realidad.
Frente al recurso de la pataleta es mejor ser prácticos y ponerse manos a la obra para intentar rebajar la factura. Las organizaciones de consumidores nos aconsejan sustituir nuestros electromésticos por unos más eficientes de clase A o incluso A plus. Pero seamos realistas. Si lo que queremos es ahorrar habrá que ver si nos compensan los cambios. Para ello es necesario hacer unos cuantos cálculos.
Primero hay que ver cuanto consumen los aparatos que tenemos actualmente y cuanto nos cuesta ese consumo multiplicado por el tiempo real que tenemos conectado ese aparato cada mes. Por ejemplo, el lavavajillas. Si lo conectamos 2 veces a la semana y su ciclo de lavado dura una hora. Multiplicamos el precio del kilovatio-hora (11, 248 céntimos) por ocho (horas totales que está funcionando al mes). La cantidad obtenida hay que multiplicarla por los vatios de potencia que aparecen en las especificaciones del aparato. Por ejemplo 800 vatios. Obtenemos un resultado de casi 90 céntimos de euro que nos cuesta el consumo mensual del lavavajillas. Si queremos comprar un lavavajillas de clase A que tenga un consumo de 500 vatios por ejemplo podemos contar con que nos ahorraremos 50 céntimos de euro cada mes. Por tanto cuidado si queremos gastar 600 euros en reponer el lavavajillas, ya que tardaremos mucho tiempo en amortizar la inversión. La conclusión es que sólo debemos sustituir electrodomésticos si es completamente necesario. No por motivos de ahorro energético exclusivamente.
Otra cosa es la iluminación donde con una pequeña inversión si que podemos ahorrar unos eurillos en la factura. Pero cuidado, las bombillas que realmente interesan aún son muy caras exceptuando, claro está, la que regala el gobierno. Un foco LED de 3 vatios que puede sustituir al foco halógeno de 20 o 50 vatios puede costar 18 euros. La bombilla de 18 vatios para sustituir a la tradicional de casquillo de rosca de 60 o 100 vatios nos puede costar desde los 3 euros hasta los 18 dependiendo de la forma y de si el casquillo es grande o pequeño. La recomendación es sustituir aquellos elementos de iluminación que más horas están encendidos y donde podamos conseguir mayor diferencia entre la potencia real del elemento antiguo y el moderno.
Por ejemplo, sustituir los halógenos del techo en una zona de la vivienda donde pasan 300 horas al mes encendidos (diez horas al día) puede suponernos un ahorro mensual de 3 euros por cada foco. Por tanto si el foco nos cuesta 18 euros sabemos que lo habremos amortizado en 6 meses. En las bombillas la diferencia es algo menor y por tanto tardaremos algunos meses más en amortizarlas. En definitiva, es mejor esperar a que bajen los precios o aprovechar cuando encontremos bombillas baratas. Un aviso, las bombillas nuevas duran menos que las tradicionales, por mucho que nos quieran convencer de lo contrario.
0 comentarios:
Publicar un comentario